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camino santiaguista Arganda del Rey Uclés

Llevo unos días rondando el número redondo 300, también por la célebre película, con la apetitosa lectura de la introducción de Luis M. Macía Aparicio a la comedia Pluto, última de las conocidas de Aristófanes fechada el -388 ó hace 2.400 años, por ser temas si no de actualidad, que traté frecuentemente como argumento o parte de manera creo que superficial en algún aspecto, por ejemplo hacer referencias a las guerras del Peloponeso en singular cuando fueron plurales y además entre varios elementos cambiantes, las famosas ciudades estao de la antigüedad que resistían el poderío de imperios, pero también por interesarme mucho la época y sitio en el que vivieron grandes genios como Aristóteles, Sócrates, Diógenes, mis preferidos además de Aristófanes, pero también Alejandro Magno, Sófocles, Platón, Eurípides, hasta 10 ó 12 clásicos universales en lo suyo que luego no se han repetido en el mismo sitio ni creo que en ninguno, me refiero a la cantidad además de la categoría de ada 1 de ellos, de hecho apenas recordamos ningún griego contemporáneo ni menos posterior a estos. Pero volviendo a la película y tal como se deduce, hay 1 victoria verdaderamente increíble de 1 minoría aguerrida contra 1 ejército mucho más multitudinario, pero también 1 gran derrota final que provoca por ejemplo que ya no se escriban más comedias ni se hagan olimpiadas ni esas cosas que se recuerdan de esa parte del Mediterráneo. Si lo reducimos a ciudades, hay 2 estrella del Peloponeso, Atenas, cuna de los grandes intelectuales, el teatro, la democracia, muchas cosas, y Esparta, la de la disciplina, que junto con el resto contendían entre ellas en diversas alianzas, y lo mismo unidas contra el imperio Persa de Oriente. En esas escaramuzas fué la 1ª vez que los griegos comandaos por Alejandro Magno, cuyo instructor fué Aristóteles, vieron elefantes cuando invadieron Asia. Y también se reveló recientemente 1 tribu o pueblo perdido en el Himalaya que se cree descendientes del ejército heleno, como si hubieran llegao al paraíso prometido por los soñadores. También mi frase preferida con la que acaba la película sobre el emperador de la antigüedad de Oliver Stone en boca del narrador:
– Al final los soñadores cansan a sus pueblos, pero mi palo preferido, creo que transversal en muchos temas que he tocao (aún por confirmar, pero nadie ha desmentido que los templos religiosos de esa época convulsa, de los que se conservan algunos en varias partes del Mediterráneo, cumplían la función de bancos) es el mito o creencia de Eleusis, peregrinación ritual que se hacía 1 vez en la vida, como rito de iniciación a 1 templo en el que se servía 1 sustancia alucinógena que se ha identificao con el alcaloide precursor del LSD, contenido en el Claviceps purpurea, el Diablo de las praderas sin arar, Además de la sorpresa relativa de que los bancos y los templos podían ser la misma cosa también es relativamente nuevo saber que los mitos o creencias en deidades múltiples, caprichosas, capaces de lo mejor y lo peor que además contenían 1 argumento o enseñanza también estaban más relacionaos de lo que se pudiera creer con las autoridades políticas en ada 1 de las ciudades estao, que muchas veces eran los ricos cuyas fortunas podían sostener tan largas y costosas guerras de dominio. Imaginemos 1 incursión de 1 ejército en Asia, pero también la peregrinación ritual a 1 templo, o a ver competiciones deportivas e incluso representaciones teatrales. En ese sentido, el descrédito de las creencias establecidas no estaban tan relacionadas con la solidez de sus argumentos y rituales como en la suerte del ejército local en la batallita de turno. Los propios juraos populares en las calles de Atenas, como los que condenaron a muerte a Sócrates por cuestionar las creencias de la ciudad, pues otras como pervertir a los jóvenes cuando los propios dirigentes eran bastante liberales parecen añadidas a la causa general, que les debería dar vengüenza a los acusadores cuando se trataba de 1 viejo que vivía casi como 1 mendigo por las calles, casi suena a turba o tumulto cuando no sale alguna cosa bien. Las propias comedias de Aristófanes que incluían personajes y situaciones de la época, también parece obededer al descrédito generalizao. Quiero decir que a lo mejor los que estamos acostumbraos a contender intelectualmente con religiones y sectas fuertes deberíamos ver las creencias de los antiguos casi como los equipos de la liga de fútbol y sus 7 u 8 enfrentamientos del siglo de cada temporada, pura exageración más relacionada con el #turismo incipiente que con la espiritualidad. En ese sentido, tumbar o cuestionar 1 creencia era parecido a echar 1 entrenador o hacer 1 fichaje por el anterior equipo enemigo, y no fruto del pensamiento refinao.
– Fueron franceses quienes primero recorrieron, divulgaron y difundieron las bellezas del Alto Aragón entre las que brilla con luz propia el valle de Ordesa, monte Perdido y su entorno. Víctor Hugo, diciembre Verne, Gustave Flaubert y los menos conocidos por la opinión pública como Louis Ramond de Carbonnières y Lucien de Briet se enamoraron sin remedio de esta tierra entonces desconocida, Zian Mapaz. Alguien contaba su peregrinación ritual a Santiago de Compostela por el sendero o senderos, la vidilla y hasta los vivillos que por allí se mueven, por ejemplo plantando y reponiendo mesas llenas de frutas variadas y 1 hucha donde se indica el donativo mínimo por el servicio voluntario o más bien autoservicio. No hice comentarios sobre las huchas ni sus medidas de seguridad pero sí sobre las piezas de frutas que se pueden ir tomando y comiendo mientras se camina sin necesitar ir cargaos.
– ¿Pero qué dices? Por el sendero Santiago sólo va buena gente.
– Pues no creas, alegó el que tenía más reciente la experiencia y contó que no hay sólo 1 sendero a Santiago como se cree desde la distancia, ni siquiera por el recorrido principal, siendo su anécdota más memorable la del típico cabroncete al que preguntaron y les metió por 1 atajo poco o nada conocido por otros caminantes, sin mesas de frutas variadas ni huchas de donativos pero con cuestas en las que podrían blasfemar los arrieros de Navarra si quisieran, por lo que el de la buena gente del sendero Santiago volvió a insistir:
– Quería que viérais algo interesante y contó a su vez que en otro recorrido a pie le hicieron la misma jugarreta pero mereció la pena porque en lo más recóndito del monte pudo ver dibujada en 1 saliente contra el cielo la silueta de la cabra montés que bien pudo ser del rebeco logotípico de la llamada cornisa Cantábrica y de ahí a que se llame a estos parajes senderos de cabras sólo va 1 cuesta más empinada que la otra.
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