Si todo va bien los directivos, los jugadores, los periodistas, el personal técnico y auxiliar a su cargo, los aficionaos que pagan la fiesta, los árbitros y en general todos los subgrupos asociaos a 1 equipo de fútbol triunfant son o somos 1 piña, 1 para todos y para todo, no hay aristas y 1 fuera de juego descarao ó 1 penalty inexistente que pitan o no según nos conviene ni existen porque hay tantas cosas bonitas que hablar en esas ocasiones que lo malo vamos a callannos y ya nos dirán lo que nos tengan que decir cuando toque. En esas llegamos al bache o al socavón de mitad de temporada por cualquier cosa, unas vacaciones mal digerías, los inevitables desacuerdos en las comisiones por fichajes y por las expulsiones, el equipo ya no gana ni de manera angustiosa o como sea y empiezan los problemas, rápidamente se vierten culpas como aceite hirviendo sobre el jugador pararrayos señalao como chivo expiatorio, el díscolo que dicen los periodistas pues al concitar tanta atención los equipos triunfantes necesitan especialistas para todo, implacables las crisis y los otros subgrupos con el mejor futbolista español de la historia de nombre Raúl González. Es mu raro que el chivo expiatorio, normalmente un veterano a punto de retirarse acepte de buen grado su responsabilidad cuando le toca, para eso está y se niega a hacer declaraciones, en otras palabras, se niega hablar, no talk please. Teniendo en cuenta que en las disciplinas masivas no todos pueden ser tenores o porteros o goleadores o auxiliares ni pueden jugar a la misma vez, hasta el chivo expiatorio culpable desde antes del desastre y por varios años después, hasta lesionao questé, también tiene amigos dentro de su subgrupo y sus aliados, por lo que les pueda tocar también dicen vamos a callannos. Por si no fuera ya de todo punto imposible soportar tanta desgracia junta van los mataos esos menos cuando tienen que cobrar y pierden otro partido y aquí es donde estalla comuna enana marrón la originalidad absoluta del fútbol: el grupo compacto de los triunfos se subdivide en subgrupos y cada 1 de los subgrupos de directivos, jugadores, periodistas de deportes, personal técnico y auxiliares a su cargo, aficionados que pagan la fiesta, árbitros y demás por su cuenta y riesgo cierran filas sobre su subgrupo y se enfrentan a los demás subgrupos de manera tan cruenta como la de los legionarios romanos de las películas con el lema de los mosqueteros hasta el punto de olvidarse de los rivales presuntamente deportivos que con un poco de suerte, mala para ellos, vienen a pescar en río revuelto y salen trasquilaos con una crisis morrocotuda que parece que se traspasa como los jugadores y los árbitros que se llevan sin saber ni cómo les vino ni cómo fue, no hay que hacer leña del árbol caído mejor hacer hachas.
– ¡Periodistas terroristas! ¡Periodistas terroristas! el estadio es un clamor incluso ganando pues en el mejor de los casos todos los subgrupos saben cuál es el subgrupo más débil, hasta los periodistas saben que son la suela de los poderosos que les mangonean y que por debajo dellos se dan de cara y se lijan con los escupitajos del suelo, en general el personal de vigilancia y seguridad que para lo que les cuesta lo mismo les valen para un roto que para un descosío, unos puntitos y arreglao. Los periodistas de deportes son unos machotes y sin duda son los de las secciones de estrellas de los periódicos y los telediarios los que se levantan a las becarias con menos entendimiento, tal para cual se diría pero por desgracia en un momento dao comparten o pueden corpatir subgrupo con un montón de intrusos que se conforman con las migajas de los canapés y el exabrupto de un famoso que les pille la esponja del micro al pegarles un buen portazo en las narices les cotiza profesionalmente como 1 autógrafo o como lo que queda de 1 billete con el que shan encendío el puro que le van a meter a alguien como se pase ni 1 pelo.
– ¡Gestos, gestos, gestos necesitamos gestos! en las fotos tiene que parecer que se están peleando, pero los famosos nunca habla no de su vida privá, otra cosa es de la vida privá y hasta de las conversaciones privás de las y los que dicen sus amigos, a los que incluso llevan la contraria si les peta e incluso se les enfrentan en juicios previamente perdíos pero que joden o como mínimo asustan y luego pelillos a la mar, hacen las paces y en la gloria. No estamos ante la categoría de periodistas con o sin estudios intrusos todos sino la de los vividores. Todos estos son a su vez grupos cerraos como el puño de 1 modisto con la subvención que le cae 2 veces 2 al año bien amarrá que con eso tien que tirar sin otra obligación que la de arrastrar la lengua por donde pisan los que reparten las subvenciones, pero a diferencia de los exitosos grupos deportivos en su caso la piña viene marcá por la escasez y es que no hay sillas para tanta gente, por tanto los de su comunidá autónoma los primeros, luego los de su nación, luego los del gremio o barrio al que representan, algún personal de servicio como camareros, cocineras y chóferes si cuentan chistes porque demuestran que se van a tomar con gracia lo que les echen, pero ni becarias ni aprendices ni parvenús que lo mismo se vuelca la pasarela comun columpio de tanto peso. Llega turno del jilipoyas que como se sabe va y le pregunta a otro amiguete de otro amiguete de otro amiguete por lo que ha hecho o no o dicho o no otro amiguete de los susodichos y entonces el otro amiguete interpelao monta en cólera, se pone una silla por montera y se va ofuscao de 1.000 demonios y tú vas y piensas con la boca cerrá que no te vea nadie y se ría de todo «pos la próxima va a ir a su rueda de prensa y le va hacer preguntas su mayordomo» y la promoción gratuita, viral o parásita que van hacer de su producto tantas veces repetío una y otra vez lo mismo los periodistas con o sin estudios intrusos y becarias de los gratis. Pos no pasa nada porque llegao el caso si hace falta nadie se acuerda y sobre todo de nadie y los demás que no sean otros dellos unos rencorosos o según los casos envidiosaos.