– Mientras están pasando las cosas no solemos darnos cuenta de la repercusión que van a tener, palabra del director de cine Robert Zemeckis en la efeméride de Regreso al futuro, cuya 1ª secuela es de 1985, pero con día señalao en pleno 2016 y parece que con Iñigo Errejón en papel protagonista de lo que muchas veces también llaman farsa, los que están cayendo como moscas son los propios periodistas que también hacen de tertulianos y políticos en sus actuaciones. Lo digo por Miguel Ángel Rodríguez, otro personaje de sí mismo que fue desahuciao de las tertulias de Mediaset y Atresmedia, el no menos famoso duopolio italiano del plasma comercial, pero por decir en las cadenas residuales que los políticos emergentes que parecen caídos de naves espaciales como el célebre Delorean son la vendetta de los magnates italianos por haberles quitao la Justicia los canales que les regaló Zapatero para compensar la aparición de 2 nuevos, cuatroº y laSexta, que también han caído en sus manos, pero para el caso, se trata de los que emitían teletienda, brujería y las películas que Cerezo, Roures y otros compran de saldo según se van arruinando los estudios, lo que debe suponer algo así como 0 empleos donde hay miles de despidos, auténticas y continuas levas, pues en realidad solo se trata de desvalijar la caja y llevárselo a Suiza, Andorra, Gibraltar, Jersey, Samoa con la tapadera Mossack Fonseca en Panamá. Mientras las medidas anti monopolio se emprenden contra empresas que triunfan en el competido sector de las comunicaciones, conviene recordar la trayectoria de Rodríguez tras su paso por el gobierno de Aznar aunque sea en letra pequeña, como cuando dirigió la sección de comunicación de la todopoderosa editorial Planeta Agostini, dueña a su vez de 1 de estos grupos. No destacó Rodríguez en la captación de autores ni en las traducciones, pero sí sacó unos cuantos libros suyos en el que se inventaba como idioma la forma de escribir de los jóvenes y adolescentes en las #iredes #socialmedia, aunque no fueron aceptaos por la intelectualidad, pues entre otras razones ya la escritura nace de la abreviatura, me refiero al carácter simbólico del signo, y además las lenguas española e inglesa, por ser las 2 de cambio, es decir, que los hablantes naturales de las otras más de 4.000 que se calcula que hay en el planeta tienen que conocer además pa comunicarse entre ellos. Debido a esta extensión, y por tanto uso de hablantes diversos, ambas tienen 1 mecanismo conocido como elipsis por el cual no es imprescindible añadir todos los elementos de la oración, a diferencia por ejemplo del francés, lo que significa que el uso que hacen los jóvenes y algunos publicistas comiéndose las vocales de las palabras y otras de nexo como artículos, preposiciones y alguna más, tiene perfecta cobertura. De hecho el carácter telegráfico, procedimiento por el que se cobraba letra a letra, pero también en los titulares, letras de canciones y especialmente la poesía del siglo de Oro llamada conceptista en la que autores como Góngora o Quevedo son difícilmente traducibles. Afortunadamente ninguno de estos libros llegó a ser de texto, pero sí demuestra la importancia de la cabeza que se ha hecho rodar cuando falleció su protector Lara. Por lo que se refiere al comentario que costó el puesto de personaje tan principal, no diré que incombustible, pues parece que también empina el codo, pero sí capaz de abroncar y decirles lo que tienen que decir a líderes de partidos emergentes y otros tertulianos, la política retirada Rosa Díez ha contao en su rueda de platós con motivo de la presentación de su libro de memorias, que el propio Rajoy le ofreció el puesto que ella quisiera si renunciaba a fundar UPyD cuando dejó el PsoE. Y también que en sus reuniones secretas de nuestros queridos amos que mueven los hilos, confirma el dato que el partido emergente Podemos fue producto de estas mismas élites con el fin de debilitar al PsoE, y no tanto que nacieran de las protestas en la calle ni del impulso particular de algunos de sus elementos, periodistas, tertulianos y otros políticos de los plató. Lo que pasa es que se les fue de manos.