En el periodo todavía reciente entre elecciones generales en España, recuerdo haber oído no 1, si no cientos de declaraciones de Alberto Garzón sobre el conflicto de Catalunya en las que con la expresión:
– No quiero llevar a la gente a callejones sin salida (sic) dejaba clara la posición de Izquierda Unida cuando era más comprometido, pues fue lo que costó la investidura a Sánchez y luego casi la cabeza en su partido, pero a grandes rasgos, además de no extrañarme en absoluto las intervenciones de Coscubiela, yo reconocía a otro lector de la entrevista al escritor Paul Auster, en la que renegaba del Postmodernismo casi por el mismo motivo. En el mismo sentido (no seré yo quien critique ni comente siquiera las dramáticas intervenciones de Coscubiera en el Parlament que me siguen pareciendo de libro, en la linea de las que tuvo en el congreso nacional mucho más valientes y comprometidas contra la corrupción) y todavía inquieto por la sorpresa que parecen mostrar algunos, también debo recordar que en esos meses entre elecciones generales fue cuando se produjo la patada a Sergio Pascual y la consiguiente ley del silencio que decretó, creo que alguna otra, como por ejemplo que Garzón practicamente ha desaparecido del panorama tras meterse por su cuenta en el partido de Iglesias, que hace que se entienda que algunos no se quieran dar por enteraos de la que ha sido la postura algo más que razonable de la izquierda ortodoxa sobre el nacionalismo excluyente y la burguesía algo más que corrupta de los Pujol y sus muletas de ocasión a los que ahora parece que hay que plegarse y hacerles el juego porque lo dicen unos cuantos que no se enteran de la misa la mitad. Tan siniestra situación me recuerda a las pandillas juveniles en las que cuando llega 1 advenedizo, 1 de los secuales del matón le reta a 1 prueba imposible que además solo tiene que acometer él.
– No hay huevos, ni ganas, bastante tienen los que se quieren o dejan meter en líos, pero es que además algo parecido ni siquiera me hace falta que lo diga Izquierda Unida ni ningún líder en concreto, cuando además los otros partidos, personajes y magnates de la tele que han ocupao la posición genuflexa de muletas o peores, lo han hecho siempre en su detrimento y del de sus votantes. El truco, y a veces el mérito de los que arrastran gente a callejones sin salida, es que nunca van solos, y a ser posible por delante. La mayoría de las veces que he visto, y a veces sufrido estas situaciones sin retorno, me ha parecido como la gente que saca a pasear sus fantasmas, y creo que los niños cuando adquirimos el lenguaje sin excepción: en realidad queremos ver lo que pasa, a ser posible a otros, pero la mayoría de las veces no sabemos ni lo que significan las palabras, ni lo que puede pasar. La prueba es la evidencia: si estuviera tan claro el asunto, nadie invitaría ni menos compartiría con desconocidos a los que están probando con la consabida fórmula.
– No hay huevos, de forma que si sale bien, aunque sea por casualidad, también están listos para apuntárselo.
– No hay huevos, de forma que si sale bien, aunque sea por casualidad, también están listos pa apuntárselo.