Al final los soñadores cansan pero topé con el título inicial, aunque la casualidad no existe, tratando de informarme sobre las ventajas e inconvenientes de las baterías de ión de litio o de litio inventadas y casi fabricadas en su totalidad para otras marcas de electrónica de consumo y la suya propia por Sony, de momento las de los computadores llamaos portátiles, las cámaras & los teléfonos móviles digitalizaos, aunque también están planeadas para los coches eléctricos y otros usos tan ambiciosos como necesarios una vez aplicada la lectura informativa a la novedad rigurosa respecto de las baterías de níquel, cadmio y otros metales anteriores de las que se vigilaba su uso hasta el extremo de tratar de obtener sus máximas prestaciones, tanto por la duración después de cada carga como por la vida útil del componente más imprescindible a diferencia de las nuevas baterías recargables de ión de litio ya sin el dichoso efecto memoria de sus predecesoras. Con las de Sony no conviene dejar que se descarguen por completo antes de volver a recargarlas, se pueden utilizar los dispositivos que alimentan incluso cuando están siendo recargadas sus baterías, es decir, enchufaos a la corriente, como por ejemplo los computadores graciosamente llamaos portátiles (véase su sinsentido cuando se anunciaron a bajo coste para regalar a los niños de países sin corriente eléctrica) y llegao el caso de no necesitarse por una temporada es mejor dejarlas con carga si se quiere continuar usándolas más adelante, que mejor todavía tener más de 1 batería, pues se estima que con la falta de uso pierden el 20 % de su capacidad total de carga al año. Las rigurosas circunstancias que imponen los acaparadores de materias primas obligan a diversificar las fuentes de energía, en especial los coches eléctricos de rigurosa necesidad para lo que Sony con la comprensión de los usuarios debe superar los inconvenientes señalaos a sus baterías de ión de litio: poca duración con el inconveniente añadido de que no se deben dejar descargar por completo, excesivo tiempo de recarga e industria auxiliar de accesorios imprescindibles como por ejemplo los cargadores. En lo último Sony, a su vez fabricante de dispositivos alimentaos por baterías de ión de litio permite a los otros fabricantes vender sus propias clavijas y cargadores desde la corriente eléctrica con sus consiguientes beneficios de fabricación, también imprescindibles para su éxito; lo del tiempo de recarga se soluciona fácilmente cambiando la pieza entera en las nuevas gasolineras, es decir, se deja 1 batería descargada y se coge otra recién recargada en apenas minutos, como las botellas de butano de antes pero sin ser bombas andantes ni altamente contaminantes por ese procedimiento, que el primer inconveniente se resuelve desde el mismo momento que convenga tener más de 1 batería de ión de litio por dispositivo, es decir, impidiendo que sean desechables como primera medida a tomar. Los contaos defectos de fabricación demuestran la bonanza de los dispositivos, apenas un líquido que se calienta recubierto por una dura carcasa de plástico en el que por impurezas de fabricación se cuelan de rondón algunas pequeñas partículas metálicas que al calentarse en exceso pueden perforar la carcasa dejando escapar el líquido, lo que en ningún caso provoca los lamentables efectos sobre la naturaleza que los metales pesaos que primero se tienen que extraer del subsuelo y cuando se han gastao no hay dónde dejarlos si no es acrecentando su peligro ambiental. En la ciencia que estudia los delicaos mecanismos de las lenguas se llama anáfora, palabra de origen griego y latino que significó petición, normalmente aplicada a las partes de los rituales religiosos que se repiten siempre igual en todas sus ceremonias pero que como recurso retórico es algo así como la marca, señalador o logotipo que engloba lo ya sabido por déjà-vu, de especial utilidad en las narraciones novelísticas según va avanzando la trama mientras que catáfora es el recurso también literario y linguistic que anticiPa o anuncia lo que vendrá. Por eso no se puede empezar a leer un relato por la mitad ni mucho menos por el final o cualquiera de sus partes que no sea la organizada por el narrador y a su vez los fallos anafóricos pueden determinar su validez. Es muy conocido el fallo de Cervantes en el episodio de Sierra Morena de la primera parte del QuiXote en el que unos bandoleros le roban el burro a Pancho Sánchez, el mismo Rocinante que sin solución de continuidad vuelve a aparecer en los capítulos siguientes en manos del simpático escudero sin pagar rescate ni liberación milagrera que valga. O el simpático rucio sabía volver con su amo como los perros y los gatos de las leyendas urbanas o no encaja en el relato y aunque suene a sacrilegio tratándose de quien se trata sigue siendo 1 fallo. La memoria es nuestro oráculo particular para ir navegando por lo que nos sobreviene, aunque con la misma fiabilidad que los oráculos propiamente dichos mientras que la escritura nació de la necesidad de guardar memoria de las palabras memorables. Veo como el que oye llover la noticia del cierre patronal de otros 2 periódicos historiaos por las caídas en ventas de sus ediciones en papel, elegí buen momento para empezar a buscar trabajo como periodista al tiempo que anuncian su intención de continuar en Internet, donde ya no será igual. Se acompaña la información con datos del número de despidos y a éso sólo, los despidos digo se apuntan otros 2 periódicos más grandes que de momento no cierran pero reducen plantilla en porcentajes apreciables. Si no son llamativos los cierres por el número de ejemplares vendidos sí lo son y mucho por ser cabeceras historiadas en sus respectivas ciudades, capitales de sus respectivos países donde se han nutrido mutuamente en su crecimiento continuado durante décadas y siglos. Siempre me gusta contar que trabajando en un periódico local me veía obligao a comprar el de la competencia a diario porque necesitaba alquilar piso urgentemente a propósito de la importancia estructural en sus respectivas ciudades de algunos buenos periódicos locales más allá de las ventas de ejemplares. Incluso he soñao alguna vez con una literatura que se tuviera que leer por necesidad y algo de eso hay en los cierres anunciaos. Que también me alegra que las hagiografías de encargo les salgan tan mal a las damas principales y que se demuestre que lo mejor siempre fue y será cultivar la propia voz, el verdadero humanismo. Más o menos se cree que 1 filólogo, el que ama las palabras a diferencia del filósofo que ama los pensamientos suele ser alguien que habla bien no sólo ortográficamente, es decir, sin faltas de ortografía sino que además se le entiende o se le puede entender, lo que se dice con propiedad. Esa confusión entre periodismo y literatura o al menos la creencia de que el periodismo haya suplantao a la literatura en el gusto de la gente es puramente fatua y si se ponen en lo de la necesidad virtud pues ya se ve, ni 1 ni otra. O sea, 1 periódico local impreso muere o desaparece porque las búsquedas de empleo, de piso, de compras, de restaurantes, de posibilidades en cualquier ciudad se hacen hoy por Internet y no va a haber ni 1 sólo de los periodistas despedidos que sea echao de menos por un público que problablemente ni siquiera tienen. Hoy, ayer, puede que mañana y puesto que nadie me lo impide veo la prensa impresa como el que echa un vistazo a los anuncios del MediaMarkt o de las tiendas de muebles, la foto, el nombre y el precio del producto y si algo me despierta algún interés lo trato de memorizar para buscarlo en otro momento pues si lo olvido es porque no debería ser nada de importancia. Cuando se caricaturizaba la literatura de Raymond Carver, el maestro del realismo sucio norteamericano se citaban sus relatos de matrimonios de mediana edad hojeando en silencio los catálogos de los hipermercados sentaos en el sofá frente al televisor de su salón. Es curioso pero en ningún momento tengo la sensación de que la semana pasada o esta o cualquier otra haya leído menos que antes en años y escribir no digamos, o sea, sigo leyendo y escribiendo mucho más que nunca.