– Ahí -dijo el más alto. Se había detenido en 1 esquina y señalaba hacia la calle contigua, iluminada por 1 farola que esparcía 1 círculo de luz cruda sobre la acera, el asfalto y parte del muro de ladrillo de 1 garaje con el cierre metálico bajao. Había alguien allí, frente al muro, en plena escritura, justo en el límite de la luz y la sombra. Desde la esquina sólo podía vérsele de espaldas: delgado, aspecto joven, 1 sudadera de felpa con la capucha puesta sobre la cabeza, la mochila abierta a los pies, 1 aerosol en la mano izquierda, con el que en ese momento rellenaba 1 enorme R, 6ª letra de 1 tag (significa etiqueta) marcao con caracteres de 1 metro de altura y aspecto singular: 1 estilo de pompa sombreao, sencillo y envolvente, fileteao con outline azul, grueso, en el que parecía estallar, como 1 brochazo ó 1 disparo, el rojo de cada 1 de las letras que contenía.
– Hostia, hostia -murmuró el chico alto. Estaba inmóbil junto a su compañero, mirando asombrao. El que trabajaba en la pared había terminao de dar color a las letras, y ahora, tras buscar en el interior de la mochila ayudándose de 1 pequeña linterna, empuñaba 1 aerosol blanco con el que cubrió el punto de la letra central, que era I. Con movimientos rápidos, en toques cortos y precisos, el graffitero rellenó el círculo y lo cruzó luego en vertical y horizontal con 2 líneas negras que le daban aspecto parecido a 1 cruz celta. Después, sin mirar siquiera el resultao final, se inclinó para guardar el bote en la mochila, cerrar ésta y colgársela a la espalda. El punto de la I se había convertido ahora en el círculo de 1 visor de mira telescópica, como la de los rifles. El graffitero desapareció calle abajo, en la oscuridad, oculto el rostro bajo la capucha. Se trata de SNIPER, protagonista de El francotirador paciente de Pérez reverte tal como se presenta en Madrid y en la novela en los años 90´s. Hay otra fuga en la que están a punto de atraparle sus seguidores y perseguidores en otro callejón sin salida y desaparece por 1 ángulo inverosímil. Es como veo yo al los infiltraos, reventadores y otros rebeldes de su causa que incitan a los demás a seguirles, o perseguirlos por esos sitios tan poco recomendables con recompensas dudosas, como en la novela, precisamente porque tienen 1 punto de fuga y nunca los pillan. El episodio más evanescente de la revuelta catalana se produjo cuando las turbas, como han sido descritos, rodearon la consejería de economía los indepes durante 1 registro de la Guardia Civil, aunque yo del asunto tengo noticia por el timeline y probablemente 1 mensaje que burraron, pero 1 de esos autodenominaos anticapitalistas hijos de burgueses, presume de haber quedao con el mismísimo Pablo Manuel Iglesias Turrión, que sin duda estaba en la ciudad de los prodigios, pues al día siguiente también pegó la espantada en 1 mitin con Carme Forcadell al que según diversos testimonios asistieron unas 80 personas. Puede que se trate del mismo episodio, pero me lo imagino cubierto con 1 capucha entre la turba calculando si le interesaba o no descubrirse, o más bien buscando la salida, aunque si es el mismo que creo haber conocido de 1 modo virtual, apenas se trata de otro incitador o mal queda de tantos que abundan. En plena espiral de vértigo de los acontecimientos -mientras escribo estas líneas Pablo Casado amenaza a Puigdemont con encarcelarlo y pasarlo por las armas como a Companys si declara la independencia en cuestión de horas-, no puedo asegurar si los mensajes de los anticapitalistas llamando mal queda a Pablo Iglesias fueron la noche del 20 septiembre 2017 y el acto que se juzga por sedición: el cerco a la consejería de Economía de la via Laietana, donde la Guardia Civil desmanteló la cúpula del referémdum 1 octubre, o el mitin con Carme Forcadell horas después, al que asistieron 80 personas según las crónicas, pero en cualquier caso, si hubiera sido el 1º e incluso ambos, a estas horas estaría algo más que empapelao junto a Trapero, Cuixart y Sánchez. La otra novedad con carácter de primicia y de la misma fuente -me apresuro a aclarar que conozco desde hace mucho los medios de difusión de los anticapitalistas, aunque no a los mensajes internos que se cruzan entre ellos- es que la Policía está rastreando la Red en busca de mensajes delectivos con críticas subidas de tono de las cargas antidisturbios el día o la mañana de las votaciones, aunque desde mi punto de vista, los actos de sedición del 20 de septiembre que se están juzgando, y más incluso los del 3 de octubre ante los hoteles en los que estaban alojaos y las comisarías de Catalunya, son más graves y pienso que se busca realmente al autor o autores intelectuales, algo que además se tiene que demostrar con pruebas. Como supongo que soy susceptible de investigación, aunque solo sea por hacerme eco, o como mínimo tener acceso a la fuente de estas noticias, por si a alguien le vale como pista, el 10 octubre por la mañana Dante Fachín, líder de esta corriente sediciosa en Catalunya y en las protestas, canceló sus entrevistas en medios de comunicación analógicos alegando otros encuentros.