cultura de la humillación

Javier Cortes el 29 de marzo de 2009 en la plaza las Ventas de Madrid

Con la que está cayendo, murió el rey de Tailandia, 1 tal Bhumibol. Al principio pensé que lo había soñao o traspapelao con las noticias sobre la fortuna secreta de los patriotas Felipe González y Juan Luis Cebrián, pues ni siquiera sabía qué régimen regía en el país de Asia epicentro del #tsunami, ni me importa 1 pimiento, pero al menos de los funerales, de los que desconozco sus costumbres, veremos pasar los modelitos y personajes de este tipo de efeméride en los programas y revistas del corazón. 1 de las cosas que más se criticó de la comisión de investigación en el congreso de los atentaos del 11 de marzo 2004 fué el reloj de oro rosa de Zaplana, el amigo de Rubalcaba que su vez fué puesto a caer de 1 burro durante semanas y meses por el chivatazo del bar Faisán a los terroristas a los que se lo apuntó el de Madrid, pero tan listo que no debería saber o se pasó por el forro que en los funerales se procura no hacer ostentación. El último funeral de altos vuelos fué el de Mandela, que se pasó la mayor parte de su vida encarcelao y decían que era comunista, pero eso debe ser como el socialismo del PsoE en esta feria de las vanidades que se retransmite por las televisiones del mundo casi como los grandes eventos deportivos, pues en las tribunas estaba Corinna Larson, amante del rey emérito, y la particular bufonada en los discursos que hacía las veces de lenguaje de signos, fué adoptada por los personajes de los partidos emergentes como signo de distinción, también cuando salen en la tele y en imágenes que se repiten mucho, pues lo que dicen, o no se entiende o ya somos mayoría los que tenemos más desgastao el botón del silenciador del mando a distancia que los de los canales por los que repiten machaconamente este tipo de eventos. Mientras que ante la TV, la radio y la imprenta la masa espectadores está atenta a la misma patraña, en Internet manda la demanda, cada internauta ve lo que quiere, cuando le apetece y en ocasiones como puede. Hace un par de años sufrí otra exitosa operación en los ojos. Aunque las instrucciones previas a la operación las seguí con terror reverencial, el tratamiento posoperatorio me produjo intensos momentos de entusiasmo hiperactivo con delirios o secuelas como apuntarme para participar en otras oposiciones amañadas sin tiempo para prepararlas. Véase el sinsentido viéndome atrapao en las puertas dobles del banco al que quería ingresar la tasa de examen sin que el banquero se apiadara del aspecto de mi cara después de la operación, como para dejarme atravesarlas. Ni era otro solitario disfrazao, que me habían operao, ni por fortuna era el único banco en el que podía abonar las tasas. Se me agolpan las anécdotas pero para el caso viene a cuento porque en otras oposiciones el tiempo se me fue en buscar, descargar y editar para imprimir los temas de la prueba mientras que en estas no me quedó otra que hacerlo todo en modo pantalla y mejor me hubiera ido si en vez de haber tenido que escribir los exámenes a manubrio los hubiera mecanografiao typewriter porquesa es otra, sin descargas, sin manuscritos, sin resúmenes, sin esquemas o sí, pero en el disco duro duro. De aquella mis equipos informáticos me tienen que agradecer que no acumulo basura en sus entrañas y si se tuestan como todos es porque no están diseñaos para la multitarea, pues se dió el caso después de alguna corrida que mientras la tostadora estaba montando y codificando los videos por lo bajinis, en otra ventana estaba redactando la receta y no por urgencias, sino por saber y poder hacer 1 pieza.

 #hartosdeMadrid Coprinus domesticus hongos tintero Leganés club Drácula